viernes, 20 de noviembre de 2009

¡Vivan las coincidencias!


¿Quién puede creer que sólo por algunas coincidencias Argentina va a ser campeón mundial? Sería una locura pensar eso solamente porque Maradona se consagró recién en su segundo Mundial, y el de Sudáfrica será el segundo para Messi. Sería una locura pensar que seremos los mejores del mundo porque Maradona, el director técnico argentino, es igual de discutido que Bilardo en la previa de México 86. Sería una locura pensar que levantaremos la tercera copa de la historia argentina sólo porque en 1985 también clasificamos de manera agónica, en un partido contra Perú (esta vez se concretó con Uruguay pero el de Perú fue clave), con un gol sobre el final de un goleador con poca experiencia internacional. ¿Sería una locura pensar que estas coincidencias nos están prediciendo un nuevo título mundial de Argentina en Sudáfrica 2010?

Las cinco tapas del Gráfico de arriba son sólo una pequeña muestra de los enormes parecidos de las dos etapas. Triunfos que preocupaban en la fase de eliminatorias, la agónica clasificación ante Perú, la decepción en los amistosos anteriores al Mundial, problemas con el técnico por la exclusión de jugadores debido a problemas extrafutbolísticos según se decía y se dice hoy, y hasta el crack e ídolo del equipo “triste, sólo y preocupado”.

Los supersticiosos se ilusionan y los menos creyentes no le dan importancia. Pero lo cierto es que, desde que asumió Maradona como técnico de la Selección, las casualidades o causalidades se van sucediendo una tras otra, y cada vez más gente empieza a pensar que son parte de alguna predicción extraña que entregará su próxima coincidencia el 11 de julio del 2010, y esta será otra foto de el mejor jugador del mundo (vigilado por el mejor de todos los tiempos), con una remera argentina con la 10 en su espalda y la Copa del Mundo en sus manos.

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