No hay dudas de que Argentina y Uruguay hicieron grande y popular al fútbol allá por el comienzo del siglo pasado. Los charrúas tuvieron el privilegio de organizar el primer Mundial oficial de este deporte, en 1930. Hoy, los dos finalistas de aquella Copa del Mundo sueñan con ser los anfitriones de la del 2030. Con el agregado de que tienen, en principio, el apoyo de la FIFA, que, como homenaje al centenario de los Mundiales, quiere que el torneo más importante del mundo se vuelva a jugar en su punto de origen.
Hace casi 80 años, el local vencía en la final 4 a 2 a la Argentina en el estadio Centenario de Montevideo. En la actualidad, ninguno de los dos países cuenta con la infraestructura necesaria como para encargarse de semejante tarea por sí solos, por eso lo harían en conjunto. El pedido de Julio Grondona, presidente de la AFA y vicepresidente de la FIFA, al presidente de esa institución, Joseph Blatter, fue avalado por la Confederación Sudamericana de Fútbol, cuyo vicepresidente es el uruguayo Eugenio Figueredo, quien acompañó a Don Julio en la intención de que el Mundial sea llevado a cabo por estos dos países.
La organización conjunta de campeonatos importantes está de moda en los últimos tiempos. Algunos claros ejemplos son el Mundial de Corea del Sur-Japón 2002 y las Eurocopas de Bélgica-Holanda 2000, Suiza-Austria 2008 y la que harán Polonia y Ucrania en el 2012. "Sin duda que hay un viento muy favorable para la concreción de esa idea, lo que hay que hacer ahora es insistir", declaró Figueredo.
Todavía faltan más de dos décadas, pero es muy fuerte el deseo de ambas naciones vecinas de ser anfitrionas de una Copa del Mundo por segunda vez en la historia. Argentina y Uruguay ganaron cuatro Mundiales entre los dos y fueron rivales directos en la lucha por entrar a Sudáfrica 2010, del que finalmente ambos serán parte. Tienen muchas cosas en común y sin dudas de que una de ellas es el anhelo de ser locales en el Mundial 2030. Hay que esperar, pero ojalá así sea.
0 comentarios:
Publicar un comentario